En algún momento se llegó a creer que los transportes por contenedores marítimos se convertirían en un sistema en desuso, ante la posibilidad de llevar mercancía en aviones. Sin embargo, el transporte en barco ha dado señales de innovación cada año, por lo que ha sabido mantenerse como la primera opción de los exportadores e importadores.

El transporte de mercancía en barco siempre será la manera más segura y sencilla de tener participación en el mercado internacional. La actividad que se desarrolla en España es un excelente ejemplo que se muestra en la frecuencia de barcos que llegan y zarpan desde los puertos más importantes como Barcelona y Bilbao, por solo mencionar a algunos.

Los destinos que cubren las empresas que operan en territorio español incluyen países de América como Estados Unidos, México, Colombia, Panamá, Venezuela, Guatemala, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, República Dominicana y Honduras. Pero las rutas no se limitan al océano Atlántico, ya que desde España zarpan barcos que surcan las aguas del Pacífico.

Una de las principales ventajas de alquilar contenedores marítimos es que, de acuerdo a la mercancía y el destino, cada cliente puede disponer de la opción de grupaje con la que puede compartir contenedor con productos de otros comerciantes. La idea en estos casos, es optimizar cada viaje, reducir espacios y con ello, minimizar los costes.

En definitiva, cualquier empresa de pequeña, mediana o gran envergadura puede participar en el mercado internacional. Incluso los pequeños comerciantes y emprendedores también pueden formar parte de esta posibilidad real de ver expandir sus negocios.

La situación geográfica de España es privilegiada para aprovechar todo lo que el transporte marítimo puede ofrecer. Dejar a un lado esta opción, cuando de exportar o importar se trata, sería un error incalculable.