Psicólogo bilbao - CarpasLa familia está fundamentada sobre las bases del amor, el cuidado y las atenciones, sin embargo, a veces la convivencia se deteriora por falta de comunicación, tiempo familiar o conflictos, por lo que es común que los lazos sentimentales se desintegren. Aun así, siempre hay alternativas para reforzar las relaciones, y una de ellas es ir juntos a un psicólogo Bilbao, lo que constituye una herramienta apropiada para fortalecer nuevamente los vínculos y recuperar la armonía en el hogar.

Es importante saber que la buena convivencia familiar es esencial para el equilibrio y salud mental de los miembros, por eso, los psicólogos se esfuerzan por ayudar a resolver los conflictos, y generalmente, se tratan desde la terapia psicológica, en la que todos participan y exponen la situación del hogar. Dependiendo del caso y qué tan grave sea, el profesional proporciona una serie de recomendaciones con la finalidad de rescatar la comprensión y, por ende, la solidaridad entre cada uno.

Ahora bien, la terapia no resolverá inmediatamente las situaciones desagradables, al contrario, es la familia, especialmente las figuras de autoridad (padre, madre, abuelos, etc.), quienes deberán poner en práctica todos los consejos recibidos durante la consulta. En ese sentido, uno de los aspectos fundamentales para reforzar los vínculos es el tiempo vivido conjuntamente, ya que, en cierto modo, son los momentos de compartir y de alegría que van sanando las heridas.

Compartir buenos ratos es una forma de consolidar los lazos

El tiempo que pasan los padres con los hijos es vital y no solo porque consolida la unión en casa, sino también ayuda a los jóvenes o más pequeños a entender las necesidades y llevar una agradable relación entre sí. Algo que en muchos hogares es todo lo contrario, dado que los niños suelen pelear frecuentemente por espacio, atención, pertenencias, etc.

Es imprescindible buscar un momento para relajarse, y si los padres o los hijos no saben cómo encontrar ese espacio de esparcimiento, el psicólogo fácilmente puede proporcionar ideas para liberar la tensión y al mismo tiempo construir una comunicación correcta.

Entre algunas prácticas que estos profesionales aconsejan es una comida juntos. Esto ayuda a supervisar la nutrición de los hijos, enseñar buenos modales o compartir experiencias. También, esta actividad pueden realizarla, por ejemplo, en un parque haciendo pícnic, bajo unas carpas con mucha comida deliciosa y música agradable. La idea es que la rutina sea distinta y muy grata.

Del mismo modo, los juegos, las tardes de película o las salidas al centro comercial pueden ser otras propuestas adicionales para recuperar la buena convivencia. De ser así, posiblemente cada uno aprenda a valorar el verdadero sentido de vivir con seres amados y a llevar una comunicación placentera.