Gracias a los envases de plástico para alimentos podemos comprar víveres que han sido trasladados desde la fábrica hasta el mercado, a través de toda la cadena de comercialización. De esa forma, elegimos entre las diversas marcas exhibidas en los anaqueles y los adquirimos en perfectas condiciones.
La mayoría de los productos alimenticios vienen empacados en plástico. Este puede ser de distintos tipos, siendo los más comunes el polietilenotereftalato (PET), polietileno de alta o baja densidad (HDPE/LDPE), cloruro de polivinilo (PVC), poliestireno (PS) y polipropileno (PP). Cada uno con diferentes propiedades, ventajas y desventajas.
Algunas de las funciones de los envases plásticos
- Protección: física contra presiones elevadas, vibraciones, variaciones de temperatura, impactos, etc. O química, resguardando a los alimentos del oxígeno, polvo, humedad, agentes tóxicos o más. En ocasiones se usan desecantes para incrementar su vida útil conservando las propiedades organolépticas (sabor y olor) de los comestibles.
- Contención: los productos pequeños, granulados o en polvo se agrupan para manejar los espacios y la distribución de manera más eficiente.
- Información: las etiquetas instruyen sobre el modo de uso, fecha de vencimiento, tipo de fuente (natural o reciclada), etc. de acuerdo a la reglamentación del lugar de origen.
- Marketing: el diseño del conjunto envase-etiqueta es toda una ciencia en la actualidad. Tiene la función de garantizar que la mercancía atraiga la atención y entonces sea adquirido por el público.
- Seguridad: un aspecto muy importante en la gestión alimentaria; es especial si el proceso de transporte de la mercancía involucra diferentes medios y grandes distancias. Para ello se utilizan sellos o tapas especiales que garantizan la integridad del contenido.
- Comodidad: en algunos casos el diseño es anatómico para facilitar la manipulación, como en el caso de las jarras de leche o los jugos pasteurizados. También se emplean sistemas de apertura sencilla o que permiten cerrar con facilidad el recipiente después de haber sido abierto la primera vez.
- Control: ciertos productos vienen equipados con dispositivos adecuados para regular la dosificación. Por ejemplo, la tapa de los recipientes de sal permite el vertido de porciones mínimas.
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